Es común asociar los conceptos de logística y transporte, llegando incluso a confundir lo que abarca cada uno. Esto ocurre porque ambos tienen algunas similitudes. Sin embargo, aunque estén ligados, también hay importantes diferencias en las funciones que se desarrollan en cada uno.
En términos generales el transporte abarca únicamente las acciones de movimiento y traslado de mercadería. Por el contrario, la logística comienza en la fase de fabricación de productos y engloba las tareas de planificación y ejecución, incluyendo la gestión del transporte. Ambos procesos deben trabajar de forma conjunta para garantizar el máximo rendimiento posible con la mayor calidad, con el propósito de alcanzar la eficiencia en el trabajo.
Diferencias en los procesos que abarcan
El transporte se define como el desplazamiento o movimiento de mercaderías de un lugar determinado a otro. Por ello, es el motor que ejecuta parte del plan logístico diseñado por la empresa. El proceso de transporte tiene en cuenta la planificación de la ruta, controlar los costes generados por la actividad, la coordinación entre las distintas áreas involucradas, distribuir y descargar las mercaderías o materiales y planificar el movimiento de la manera más óptima y eficaz.
Por el contrario, hablar de logística es referirse a distintas etapas. El traslado de mercadería es solo uno de los elementos que componen todo el proceso logístico.
Esto quiere decir que la logística implica hablar de toda la cadena de suministro, desde el envío de materias primas a los productores hasta el envío de los productos ya fabricados a otros productores o clientes finales. Además, se debe incluir el almacenamiento, inventariado, preparación de los pedidos, envíos y su seguimiento hasta que llegan al cliente final, entre otras fases.
Una buena logística permite que los productos se almacenen y se trasladen de manera oportuna, en el menor tiempo posible y al menor costo.
Relación con el cliente final
Una de las diferencias fundamentales entre ambos procesos es su relación con el cliente final. Para el área de transporte, la actividad se da por finalizada al momento que la mercadería ha llegado a su destino, en el tiempo y condiciones establecidas previamente.
Por el contrario, la logística contempla otros factores, porque se establece un mayor vínculo con el cliente. Además, al coordinar todo el proceso, debe asegurarse de que la cadena de suministro ha funcionado correctamente y la experiencia ha resultado satisfactoria en su totalidad. Para esto se analiza desde las fases iniciales de producción hasta lo que se conoce como logística de última milla.
Esto es fundamental ya que un mal servicio al cliente afecta a la reputación de la marca. Esto a su vez causará costos adicionales, pérdidas económicas y disminución de las ventas.
Ventajas de las empresas de logística frente a las de transporte
Al enfocar el negocio en la satisfacción de los clientes, las empresas de logística tienen una ventaja competitiva y estratégica sobre las empresas de transporte. Este proceso dirigido al cliente final permite fidelizarlo y obtener un feedback que puede utilizar para mejorar su servicio de manera constante.
Por otra parte, las empresas de logística ofrecen un amplio abanico de servicios como almacenaje, preparación de pedidos, distribución, entre otros. Otros de los beneficios que ofrece una empresa experta en logística son:
- Mejor tecnología a disposición de la empresa.
- Mayor satisfacción del cliente final.
- Mejora continua de los procesos logísticos.
- Puesta en marcha de economía de escala.
- Mayor control del proceso.
- Simplificación del cumplimiento normativo.
- Facilidad de acceso a nuevos mercados.
- Más flexibilidad ante los cambios de demanda.
- Disminución de costos.
Por estas razones muchas compañías han tomado la decisión de contratar empresas de logística y centrarse en su actividad principal.
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