A la hora del embalaje o enviar un producto a nuestros clientes, nos habremos encontrado ante una serie de problemas que dificultan nuestra finalidad. No solo eso, sino que atentan contra nuestro principal objetivo; es decir, lograr que el producto llegue a destino en las mismas condiciones en las que salió de su lugar de envío.
Problemas que se pueden presentar
¿Qué inconvenientes podemos tener ante un embalaje deficiente? ¿Qué problemas nos aparecen al momento de enviar un producto? O, más precisamente ¿qué riesgos corren nuestros productos al momento de la distribución? Mencionemos solo algunos factores que influyen en estos riesgos y que, seguramente, alguna vez habrás experimentado.
Uno de los peligros más habituales son los impactos o las caídas propias de una torpe manipulación en cualquiera de los momentos centrales, sea la recepción, el traslado o la llegada.
Otro factor importante es la fuerza que se ejerce sobre el producto. La elevada compresión, tanto en el transporte, como en las fases de almacenamiento es un indicio que atenta sobre la integridad del producto. Es muy común, por ejemplo, que se apilen cajas de diferentes medidas o pesos, que ponen en peligro el objeto que se encuentra dentro de ellas.
No podemos dejar de mencionar las vibraciones o aceleraciones propias del medio de transporte. Estas generan movimientos bruscos que provocan caídas y golpes que dificultan el buen traslado.
Por último, mencionemos los peligros propios de la temperatura y la humedad. Esto incide notoriamente en nuestro producto, debilitando los embalajes con cartón o algunos plásticos poco resistentes. Incluso pueden deteriorar el interior de la envoltura.
¿Cómo evitar estos problemas?
Para evitar estos inconvenientes será importante que cuentes con un operador logístico que pueda realizar con efectividad cualquiera de las acciones propias de la situación: envasado o embalaje, ganando así seguridad y eficiencia.
¿A qué nos referimos con operador logístico? Simplemente a un sistema que solucionará tus problemas. Se encarga de organizar el proceso de almacenaje, a continuación establece la estrategia más adecuada para el sistema de transporte -sea un comercio mayorista y/o minorista- y monitorea cada uno de los pasos, hasta la llegada final del producto al cliente.
De esta manera, el centro logístico se encarga de una serie de pasos fundamentales para una correcta ejecución. Controla el stock, luego prepara el embalaje de los pedidos, lo transporta y, finalmente, lo distribuye al comercio destino.
Por lo tanto, se vuelve imprescindible contar con las ventajas que nos otorga un operador logístico como lo es e-Fulfillment. Comentemos solo algunas.
¿Por qué confiar en e-Fulfillment?
Por un lado, contamos con un software que puede integrarse a tu negocio. Con esto logramos recibir tu pedido para poder despacharlo a tus clientes.
Por otro lado, a través del servicio Picking y Packing retiramos tu pedido, lo armamos según tus indicaciones, le realizamos el embalaje más adecuado para brindar la seguridad que tu producto requiera y se lo acercamos al cliente. Garantizamos así un proceso seguro que cumpla las expectativas de seguridad y eficiencia.
Otra de las posibilidades con las que contamos es el servicio de Fulfillment. Mediante él, almacenamos los productos en las bodegas correspondientes. Y, cuando el producto es vendido por el cliente, nos hacemos cargo de la logística de distribución para reponer el faltante. Así, el producto siempre estará disponible para llegar en óptimas condiciones. En resumen: conectamos la tienda, recibimos el pedido, embalamos el producto, y lo despachamos.
Entonces, podemos afirmar que es de suma importancia la presencia de un centro logístico que garantice a los clientes la recepción, el almacenaje, un adecuado transporte, la preparación de los pedidos, la gestión del stock y la expedición del producto.
En e-Fulfillment nos aseguramos de que no haya ningún imprevisto en la cadena de envíos, que impida un buen vínculo con tus clientes.