La necesidad por agilizar los tiempos de entrega ha producido una gran expansión de lo que hoy conocemos como centro de distribución. En el presente, escuchamos con frecuencia utilizar los términos almacén y centro de distribución como si fueran sinónimos. Sin embargo, es un concepto erróneo, ya que surgen algunas diferencias que detallaremos más adelante.
De esta manera, es importante que entendamos el funcionamiento de un centro de distribución, para entender la fluidez que debemos tener presente en la cadena de suministros.
¿Qué es un centro de distribución?
Un centro de distribución es un sitio físico encargado de la recepción, clasificación y distribución de la mercadería por un tiempo limitado, que suelen ser escasos días e, incluso, pocas horas. Se originaron como un reemplazo al almacén tradicional para hacer más ligeros los tiempos de entrega y recortar los costos de productos en la última milla, o en el caso de logística inversa.
Se ubican en zonas cercanas a las grandes ciudades debido a que el recibimiento y despacho de mercadería es más breve. De este modo, se intenta maximizar la eficacia y velocidad de la entrega.
El objetivo final de un centro de distribución es siempre agilizar la dinámica de la cadena de suministros, para que se pueda hacer una rápida entrega al cliente final, a almacenes o a otros centros de distribución. Para esto, herramientas tecnológicas como el sistema de trazabilidad colaboran con un control eficaz de la rapidez de un servicio de recepción y despacho.
Principales funciones
Podemos destacar cuatro grandes acciones que desempeña un centro de distribución. La organización y eficacia de cada área implica un correcto funcionamiento en la acción posterior.
Para mantener una alta eficiencia y rapidez en los tiempos de entrega hasta un posible despacho a domicilio, es necesaria la coordinación y sincronía entre cada una de estas áreas:
- Recepción de mercadería: Los camiones descargan los productos en el muelle y el personal traslada con equipamiento a la zona de almacenaje.
- Almacenamiento: La mercancía es ubicada en estanterías compactas o convencionales, mediante maquinaria automatizada o maquinaria sin automatizar.
- Picking: En esta instancia, se retira la mercadería de su zona de almacenamiento y se preparan los pedidos para ser posteriormente despachados.
- Expedición: El personal capacitado traslada los pedidos hasta la zona de carga, valiéndose de transportadores automatizados o maquinaria manual. Después, un camión transportará la mercancía, uno de los últimos pasos para concretar el fulfillment.
Diferencias entre centro de distribución y almacén
Las principales diferencias que existen entre un centro de distribución y un almacén se encuentran en su tiempo de rotación, proceso de almacenaje y las funciones que se realizan.
En un almacén, los tiempos que la mercadería se encuentra depositada allí son más largos que en un centro de distribución, pudiendo llegar a durar meses. El objetivo es almacenar la mayor cantidad de mercancía posible. En cambio, en un centro de distribución se pretende lograr movimientos más fluidos, dinámicos y flexibles con el fin de tener una ágil respuesta para el cliente.
Por esa razón, a diferencia de un centro de distribución, en un almacén la cantidad de personal suele ser mucho menor. No se acostumbra a contar con tanta maquinaria y su ubicación es frecuentemente alejada de los centros urbanos.
En la clásica cadena de suministros, los almacenes suelen abastecer a los centros de distribución, debido a su naturaleza de conservación y almacenamiento de mercadería a gran escala.
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