La reducción de residuos dentro de una producción sostenible se ha convertido en un eje prioritario para las empresas que buscan operar de forma eficiente y reducir su impacto ambiental.
En Chile, uno de los principales focos dentro de esta transformación es la reducción de residuos en el acondicionamiento de productos, especialmente en sectores como la logística, la distribución y el comercio electrónico.
El acondicionamiento de productos abarca todas las actividades de empaque, etiquetado, agrupación y preparación para el despacho.
Estos procesos, si no están bien gestionados, pueden generar grandes volúmenes de residuos, lo que incrementa los costos operativos y el impacto ambiental.
Por lo tanto, implementar estrategias sostenibles en esta etapa es clave para avanzar hacia un modelo de producción más eficiente.
Contexto normativo y el impulso de la economía circular
En Chile, el marco regulatorio en materia ambiental se ha fortalecido en los últimos años.
Uno de los avances más importantes es la Ley de economía circular, que promueve el uso eficiente de los recursos y la reincorporación de materiales al ciclo productivo.
Esta ley se complementa con otras normativas como la Ley REP (Responsabilidad Extendida del Productor), que obliga a los fabricantes a hacerse cargo de los residuos que generan sus productos.
Estas regulaciones no solo buscan reducir los impactos negativos sobre el medioambiente, sino también generar nuevas oportunidades para la innovación en procesos y materiales.
Tecnologías y materiales sostenibles
La innovación tecnológica ha permitido la aparición de soluciones para minimizar los residuos en los procesos de acondicionamiento.
Entre ellas se encuentran los sistemas de corte automatizado que reducen el desperdicio de materiales, los sensores IoT que permiten controlar el uso de recursos en tiempo real y los softwares de trazabilidad que mejoran la planificación logística.
En cuanto a materiales, se han incorporado opciones como cartones reciclables certificados, bioplásticos compostables, films biodegradables y envases reutilizables.
Estos avances permiten a las empresas cumplir con las estrategias para minimizar desechos en Chile, sin comprometer la eficiencia operativa ni la calidad del empaque.
Normativas y estándares ambientales aplicables
Las normativas ambientales sobre residuos en la industria chilena exigen a las empresas aplicar planes de manejo para sus desechos, documentar sus acciones y asegurar la trazabilidad de los residuos generados.
En el caso del packaging, la norma NCh-ISO 18601:2013 entrega lineamientos sobre la sostenibilidad de los envases, promoviendo el uso de materiales reutilizables, reciclables o biodegradables.
Además, la certificación FSC en materiales de cartón y papel es cada vez más utilizada para asegurar la procedencia sostenible de los recursos forestales.

Mejores prácticas para una logística más limpia
La gestión de residuos en el sector logístico implica acciones como la optimización del espacio en el transporte, la implementación de embalajes modulares y el uso de pallets reciclables.
Estas medidas reducen el volumen de material utilizado, minimizan el espacio necesario para almacenaje y transporte, y facilitan el reciclaje o reutilización posterior.
Otras prácticas incluyen la consolidación de pedidos para evitar múltiples envíos parciales, el rediseño del embalaje para eliminar componentes innecesarios y la devolución de envases a los proveedores para su reutilización.
Casos aplicados y oportunidades para el sector
Empresas logísticas y de maquila que operan en Chile han comenzado a implementar soluciones sostenibles en sus procesos.
Por ejemplo, algunas han desarrollado líneas de armado de kits que emplean cartones reciclables y eliminan el uso de plásticos no reciclables.
Otras han incorporado sensores en centros de distribución que permiten monitorear los niveles de material de embalaje utilizado y ajustar las compras según la demanda real.
Estas iniciativas contribuyen directamente a la reducción de desperdicios en packaging y embalaje, mejoran la imagen corporativa y pueden ser un diferenciador frente a competidores que aún no adoptan criterios sostenibles.
La transición hacia un modelo de producción y distribución más sostenible exige un enfoque estratégico en la reducción de residuos.
En el caso del acondicionamiento de productos en Chile, esto implica invertir en tecnología, repensar materiales y adaptar procesos a un marco normativo en evolución.
La adopción de materiales sostenibles, el rediseño de empaques y la optimización logística no solo reducen el impacto ambiental, sino que también generan eficiencias operativas y fortalecen la relación con clientes y proveedores.
Con una combinación de cumplimiento normativo, innovación y compromiso empresarial, es posible avanzar hacia una producción más limpia y eficiente en el largo plazo.